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200€ por circular con abrigo.

Este invierno tendremos que estar muy atentos y buscar las maneras de calentar el habitáculo del coche. Por que no deberemos de conducir con prendas muy voluminosas, como algunos abrigos. La nueva multa de la DGT es de 200€ por conducir con una prenda que afecte al buen funcionamiento del cinturón y nuestra buena movilidad al conducir.

Además de la multa de tráfico, para algunos conductores conducir con prendas voluminosas es muy molesto. La perdida de movilidad puede afectar a la seguridad del conductor y sus ocupantes al igual que sucede con el zapato inadecuado. Aunque no percibamos esa percepción del riesgo. Otras prendas no recomendables son los guantes porque reducen la sensibilidad al volante.

Esta nueva multa puede quedar en entredicho para muchos. En el código de circulación no existe un apartado donde regule el llevar abrigos al volante. La norma que es más parecida y afecta a la vestimenta del conductor es la que dice que el conductor debe llevar «ropa que le permita libertad de movimientos y garantice su seguridad» art.18.1.
Este articulo dice:

“El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía

Y el abrigo al ser una prenda voluminosa y afectar al cinturón de seguridad puede cumplir con la norma vigente en el código de circulación, porque nos resta movilidad, y suponer una multa de la DGT que puede alcanzar los 200 euros sin retracción de puntos.

A parte de este falta de movilidad también entra el efecto submarino. El efecto submarino se produce cuando el cuerpo no está bien sujeto por el cinturón de seguridad, presiona el asiento hacia abajo y comienza a deslizarse debajo de la banda abdominal del cinturón de seguridad.

Fuente:

https://www.elconfidencial.com/motor/2020-12-17/dgt-trafico-multas-abrigo-invierno-cinturones-seguridad_2876712/

https://www.elcorreo.com/sociedad/nueva-multa-dgt-200-euros-si-conduces-con-un-abrigo-voluminoso-20201217090724-nt.html
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Conducir tu diésel muy tranquilo puede salirte caro: averías en la EGR y el filtro antipartículas

Los diésel, sobre todo de esos 1,5 y 1,6 litros, e incluso hasta los 2,0 litros, es la de conseguir un bajo coste por kilómetro, sin claras pretensiones deportivas. Lo más normal es que acostumbres a conducir bajo de vueltas para conseguir el mayor ahorro posible, pero ¿sabías que en realidad puedes llegar a provocar una avería de hasta casi mil euros?.

La EGR, la gran perjudicada por conducir a bajas revoluciones.

La gran afectada de esa conducción tranquila a bajas vueltas es, sin duda alguna, la válvula EGR. Este dispositivo deja pasar parte de los gases de escape a la admisión en ciertas circunstancias, como cuando el motor trabaja a cargas parciales, de forma que entra menos cantidad de oxígeno a los cilindros, dando lugar a una combustión “más fría” en la que no se alcanza la suficiente temperatura como para que se formen grandes cantidades de óxidos de nitrógeno (NOx).

Así pues, conducir de esta forma prolongadamente aumenta el tiempo en el que la EGR está abierta, recirculando, y se da también la situación que bajo esas circunstancias la combustión en el motor tampoco suele ser completa, produciendo cierta cantidad de hollín o carbonilla, que junto a otro tipo de suciedad y residuos, va depositándose en la EGR hasta quedar obstruida, y en los colectores de admisión. Llegado ese momento, la solución pasa por una limpieza de la misma en los casos más leves, y por sustituirla en los más graves, estimándose el coste de la reparación desde unos 50 o 100 euros en el primer de ellos, hasta incluso 500 € o más en los segundos, dependiendo del tipo de EGR que tenga tu coche.

Otros componentes, como el FAP, también pueden averiarse

Pero como decíamos, no sólo la EGR es la gran afectada, sino que el filtro antipartículas o FAP es otro clásico. Su misión es la de atrapar todas esas partículas, para después, en un proceso llamado regeneración, quemarlas e incinerarlas. Para ello, cada ciertos intervalos se lleva a cabo una regeneración activa, en la que el propio coche modifica parámetros como la cantidad de combustible inyectado para conseguir una mayor temperatura en los gases de escape y realizar esa incineración. Así pues, si evitamos circular a un régimen de vueltas excesivamente bajo, por un lado disminuimos la cantidad de carbonilla producida, y por otro favorecemos la llamada regeneración pasiva, es decir, que la parte de los residuos del FAP vayan eliminándose progresivamente.

No obstante, aunque estos dos elementos son los grandes perjudicados en este tipo de conducción, no debemos olvidar que otros, como el colector de admisión, también pueden acabar obstruyéndose, además que de una forma más anecdótica, también se está sometiendo al motor a un pequeño sobreesfuerzo por trabajar a esos regímenes donde no tiene apenas fuerzas, dando lugar a un desgaste algo más acusado.

Fuente:

https://www.diariomotor.com/noticia/egr-fap-averia-bajas-revoluciones/